Los Pumas en Mendoza. ~ Insformate

Desde la calurosa bienvenida con la que los recibieron ayer hasta el último entrenamiento que hicieron hoy, los Pumas se mueven por Mendoza con la popularidad de unas estrellas de rock y la sencillez de unos deportistas que, en su esencia, siguen siendo amateurs.

En el Malvinas Argentinas, no importa que el frío de la mañana cale los huesos. Ellos viven la última práctica antes del partido contra Sudáfrica de mañana, por el Rugby Championship, con un entusiasmo contagioso, el mismo que el público mendocino les viene regalando y ése que será un arma importante para lograr la epopeya de un triunfo casi imposible. Generosos, los Pumas no saben de divismos y se sacan fotos con todos, hasta cuando no tienen tiempo.

Igualmente, ese espíritu amateur en la relación con la gente se vuelve profesional cuando llega la hora de entrenarse. Hoy, cerca de las 11.20, comenzaron la última práctica antes del match con la clásica ronda en el centro del campo. Todos abrazados, unidos, formando un solo cuerpo, y Phelan en el medio dando las indicaciones. Luego, llegó el momento de relajar los músculos, correr un poco y trabajar con la pelota. En todas las actividades, siempre el primero en participar fue el capitán, Fernández Lobbe, tal vez buscando dar el ejemplo a los más chicos del plantel.

La pasión por tenerlos acá, cerquita, es lo que entusiasma a los mendocinos. Es cierto que las chances de ganar son muy pocas, pero no siempre lo que importa es el resultado. El trayecto para estar a la altura de la competición será largo. Si un camino de mil millas empieza por el primer paso, los Pumas ya lo dieron hace rato. Saben que será difícil. Saben que jugar en la elite del rugby tiene su precio. Pero la fiesta está garantizada y, cualquiera sea el score final, todo lo que pase de acá en adelante será ganancia.